El liderazgo y los equipos de trabajo en la era digital

El mundo digital y el Big Data han modificado muchas actividades del día a día, la avalancha de información se actualiza por segundo en todos los campos del ejercicio empresarial y económico. Los jóvenes inyectan dinamismo y la tecnología ayuda a generar y procesar nueva información.

Esta tendencia solo se potenciará en los próximos años con la Inteligencia Artificial funcionando sobre hardware cuántico y comunicaciones 5G.

Ha sido patente que las estructuras jerárquicas y procesos burocráticos no se alinean con esta nueva realidad. Ya no es suficiente tener solo un tipo de conocimiento, las decisiones, los proyectos y las demandas de cualquier mercado, exigen conocimientos multidisciplinarios, así como capacidades técnicas y empresariales variadas.

Las organizaciones valoran cada vez más la inteligencia emocional, el trabajo en equipo y habilidades tecnológicas. El tener un solo conocimiento experto ya no es suficiente.

La tendencia es desarrollar Equipos Autoadministrados o también llamados Autodirigidos, los cuales son grupos de individuos con capacidades y habilidades multidisciplinarias, donde el equipo goza de un alto nivel de autonomía. Los miembros comparten o se rotan las responsabilidades de liderazgo con una gran discrecionalidad en las decisiones, cuestión que hace que las empresas tiendan a aplanar sus estructuras eliminando niveles jerárquicos.

Estos equipos son responsables de cumplir los objetivos asignados por la dirección, siendo ésta la responsable de definirlos, de asegurar un clima organizacional positivo, proveer de recursos suficientes, y modificar los esquemas de recompensa para incentivar al equipo. Estos equipos estimulan la innovación en la organización por su dinamismo, capacidades multidisciplinarias, velocidad de adaptación y toma de decisiones. Son famosas las firmas como 3M, Jonson&Jonson, o FederalExpress, que utilizan este tipo de equipos para sus proyectos de creación de productos innovadores y soluciones corporativas.

Los roles directivos también han cambiado drásticamente, las organizaciones requieren líderes, no jefes. Un buen líder es un habilitador y facilitador para el equipo, motiva y mantiene un ambiente positivo y equilibrado. La arrogancia, autoritarismo y permitir desequilibrios o inequidades entre los integrantes, destruye el potencial de los equipos debido a que impactan la motivación, la actitud de compañerismo y el sentido de pertenencia.

En un equipo de cualquier índole, deportivo, educativo o empresarial, lo más importante, y como paso inicial, es promover una relación amigable que facilite el compañerismo entre los integrantes. Si esto se logra, un buen líder será responsable de crear un ambiente positivo, con equilibrios en las condiciones de trato a los individuos, y con objetivos claros, lo cual generará sin duda un sentido de pertenencia. Esto último es precisamente el indicador de que el equipo es exactamente eso, un equipo, y no un grupo de individuos competentes. El ejército lleva esta realidad al extremo, generando gran lealtad y camaradería entre los soldados, lo que ayuda a salvar vidas en el campo de batalla.

¿Tu empresa genera equipos o grupos de individuos?