ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La primera bailarina Viengsay Valdés ha hecho una creación muy personal de la sensual cigarrera. Foto: Nancy Reyes

Carmen, el rebelde personaje de la novela de Prosper Merimée, ha sido motivo de inspiración para músicos, dramaturgos, cineastas, coreógrafos. Las versiones son numerosas. Una de ellas nos convoca hoy, el ballet Carmen Suite del cubano Alberto Alonso (1917-2007).

La versión coreográfica, con música de la gran ópera de George Bizet y arreglos del ruso Rodion Schedrin, llega este año a su cincuentenario, y el Ballet Nacional de Cuba le ha rendido homenaje con una temporada en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso.

Los amores tempestuosos de la cigarrera sevillana ya habían inspirado otras versiones, tres de ellas consideradas emblemáticas: las de Roland Petit (1949), Alberto Alonso (1967) y Antonio Gades (1983).

BREVÍSIMA HISTORIA DE LA CARMEN CUBANA

Luego de una exitosa presentación en el Olympia de París con El Solar, una de sus más aplaudidas piezas, llegó Alberto Alonso a Moscú en 1965 y el propio coreógrafo mucho ha recordado que después de la presentación recibió la visita de la gran ballerina rusa Maya Plisetskaia (Moscú, 1925- Munich, 2015).

Alicia Alonso interpretó la Carmen de Alberto Alonso, de forma genial e inolvidable. Foto: Cortesía Museo de la Danza

Se hizo historia. Plisetskaia le pidió que trabajara con ella una versión de Carmen concebida «de una manera nueva, sin apegarse a la tradición». La partitura original de la ópera de Bizet debía ser reducida, arreglada, y esto fue hecho por el compositor Rodion Shcedrin, esposo de la ballerina.

El decorado, original de Boris Messerer (pariente de la Plisestkaia por línea materna), es de gran austeridad. Exhibe un telón de fondo de color rojo, que delinea en negro la enorme cabeza de un toro, mas un simulacro de ruedo, semicircular, y unas sillas de respaldo alto para que unos pocos espectadores observen los sucesos.

Para la puesta cubana el magnífico vestuario de Carmen fue diseñado por Salvador Fernández partiendo de una típica mantilla en rojo, arquetipo de las pasiones humanas.

Carmen suite, o Carmen, en la puesta del Ballet Nacional de Cuba, tuvo su première en el teatro Bolshoi de Moscú el 20 de abril de 1967, naturalmente con Plisetskaia en el rol titular y el primero de agosto lo estrenaba en el hoy Gran Teatro de La Habana la prima ballerina cubana Alicia Alonso. Ella se apoderó del personaje y convirtió a la gitana en leyenda dentro del ámbito danzario.

Dos de las más grandes assolutas de la historia de la danza incorporaron a su repertorio esta pieza que ha devenido clásico de la coreografía contemporánea.

Ambas dejaron su impronta. Maya realzaba los componentes contemporáneos y Alicia hizo de la sevillana, una de sus caracterizaciones más contundentes, pues a la herencia clásica sumaba sus ancestros hispánicos.

En una entrevista del 27 de julio de 1968 al Saturday Review, el maestro Alberto Alonso señalaría: «Maya era firmeza, madurez, enfrentamiento y valentía. En cambio Alicia (Alonso) era más sensual, más latina, como era de esperar».

Para los que no tuvieron la dicha de verlas en escena, existe, por suerte, el testimonio fílmico de ambas divas en el seductor personaje.

Carmen es uno de los títulos más importantes de la coreografía cubana del siglo XX, ballet en un acto y tres escenas, donde la cigarrera juega con los sentimientos de tres hombres, Don José, el Torero Escamillo, y el capitán Zúñiga. El quinto personaje es el Destino, que entrelaza la historia y rige las situaciones para cumplir fatal e inevitablemente con su misión.

EN EL FESTIVAL INTERNACIONAL DE TEATRO

Como parte del Festival Internacional de Teatro de La Habana, el domingo 22 de octubre el Ballet Nacional de Cuba ofreció una función especial, casi una extensión de su más reciente temporada, donde incluyó Carmen.

El programa permitió apreciar el dominio de los diferentes estilos por la compañía cubana. En esta ocasión añade dos creaciones de Alicia Alonso, Umbral, una pieza neoclásica que dedicara a uno de sus grandes maestros, el coreógrafo George Balanchine y A la luz de tus canciones, estrenada en el centenario de la cantante cubana Esther Borja (1913-2013).

Carmen cerró el espectáculo y fue una entrega total de la compañía, desde los solistas al cuerpo de baile, los tres personajes masculinos, Patricio Revé como Don José; Ariel Martínez, el torero Escamillo, y Adrián Sánchez, como Zúñiga y Claudia García como El destino.

Pero fue la primera bailarina Viengsay Valdés quien elevó al máximo la temperatura de la función. Ella estuvo espléndida desde los primeros acordes hasta la muerte final, dueña del personaje y provocadora con su espectacular técnica.

Dicen en el universo del ballet que una ballerina triunfa cuando conquista los roles de Giselle y de Odette–Odile. Ahora, en la compañía cubana, que tiene a Alicia Alonso como modelo ideal, sin dudas hay que sumar la apasionada, y trágica, Carmen.

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ortiz dijo:

1

4 de noviembre de 2017

08:55:41


Esplendido como siempre Granma

Amparo dijo:

2

6 de noviembre de 2017

16:24:08


Las Carmen de Alicia y Maya Plisetskaya serán inolvidables, pero la de Viengsay Valdés también elevó la parada, ella es una artista carismática, con una técnica danzaria depurada y muy criolla. Esta bailarina le ha dado honores a la Escuela Cubana de Ballet en el presente, siguiendo la tradición de las grandes.

Yanet Respondió:


7 de noviembre de 2017

10:18:23

Me sumo a su comentario, sin dudas Alicia Alonso es espectacular, pude disfrutar de las grabaciones a las que se hace refencia en el articulo y me gusto muchisimo la de nuestra Alicia, pero Viengsay es actualmente una de nuestras mejores bailarinas por no decir la mejor, muy modesta, sencilla, realmente ha tomado lo mejor de todas su antesesoras.

Luis Evidio dijo:

3

7 de noviembre de 2017

15:07:27


Mi total respeto y admiración por Alicia Alonso tanto por su maestría danzaria personal como por su obra magisteraial de creadora y directora del Ballet Nacional de Cuba. Sin dudas es una de l;as grandes personalidades del ballet de los últimos 100 años pero al César lo que es del César... A nadie se le había ocurrido que se coreografiara la gran Ópera de Bizet para el ballet y eso lo hizo la Plisetkaya directamente con Alberto Alonso, además tuvo que gestionar la música pues ni Shostakovich ni Arám Jachaturiam la quisieron hacer lo que tuvo que asumir su marido el pianista y compositor Rodión Shcedrin... Maya estrenó su Carmen en abril de 1967 en Moscú y unos meses después lo hizo Alicia en Cuba... Maya es la madre de ese gran ballet y aunque el enfoque de las dos interpretaciones difiere en algunos aspectos la rusa, excepto en Cuba, es reconbocida como la más grande Carmen del ballet en el mundo y eso a pesar de que por sus venas no corría sangre latina como la de la cigarrera sevillana y la de nuestra gran Alicia. Jamás vi en una bailarina la fuerza, técnica, seguridad y osadía interpretativa de Maya Plisetkaya, para mi superior incluso a la singular Galina Ulánova... Para los cubanos es un honor que siendo una isla pequeña alejada de los grandes centros mundiales de la danza clásica, Cuba haya engendrado a una maravilla como Alicia Alonso y tras ella una pléyade de talentos como la propia Viensay...