ÓRGANO OFICIAL DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA
La capacitación, orientada a elevar la calidad de los productos, es actividad constante. Foto: Germán Veloz Placencia

Holguín.–La unidad empresarial de base (UEB) Acorde comenzó el actual año con un plan de producción cercano a los dos millones de pesos y, luego, lo cambió a 20 millones. ¿Tiene que ver esto con los dañinos problemas de planificación que agobian al sector industrial del país, entre ellos fijarse metas cómodas que están lejos de la capacidad tecnológica instalada?

Al intercambiar con directivos de la entidad, aquellos afirman que la modificación de lo programado inicialmente responde a la estrategia productiva de la Empresa Industria Nacional del Mueble, Dujo, la cual aprovecha el potencial de sus componentes bajo una visión colectiva de encadenamiento y complementariedad. 

Esto lo ejemplifica Ramón Céspedes Vázquez, jefe del Área de Operaciones y Logística de la ueb, con la encomienda de asumir la reparación de teatros y cines a lo largo y ancho del país. Una lista de lo hecho en esa dirección, revela que son 12 instalaciones de ese tipo las beneficiadas, muchas de ellas del sector de la Cultura, como el cine Giba, en la localidad costera de Gibara, en el que colocaron lunetas nuevas, y como ocurrirá en breve en el cine Tunas (en la provincia de Las Tunas) y en otros dos de Villa Clara.

El director de la UEB, Gabino Torres Ochoa, plantea que el concepto de integralidad de la Industria Cubana del Mueble la lleva a verse como una sola; de ahí que, al emplear la capacidad de las estructuras subordinadas, tiene en cuenta el nivel de especialización y la tecnología instalada en cada una.

«Nuestros directivos dicen que solo hay un almacén, aunque los recursos se depositen en los sitios con mejores condiciones. Si aquí necesitamos un tejido u otra cosa para asegurar un pedido, enseguida nos los hacen llegar, estén en un establecimiento de Las Tunas, de Santiago de Cuba o de cualquier otra provincia».

 Para no dejar duda sobre la forma en la que se complementan las fuerzas de la industria, lo confirma la presencia de una brigada de Acorde en el creciente polo turístico de Antilla, en la provincia de Holguín, donde acometen el montaje de muebles fabricados por las UEB Madesa e Imperio, ubicadas, respectivamente, en Santiago de Cuba y Guantánamo.

«En Camagüey, fuerzas de las UEB de la empresa en esa provincia y de la vecina Ciego de Ávila se encargan del montaje de muebles, y nosotros del saneamiento; es decir, eliminamos rayones, peladuras y otros desperfectos en las piezas, con la aplicación de masilla, lija y pinturas, hasta dejarlas como nuevas».

Con esos procedimientos y la reparación de las piezas contribuyen, asegura, a la sostenibilidad de las instalaciones turísticas. Un ejemplo claro tuvo lugar el año pasado, cuando restablecieron, en el polo turístico de Antilla, los muebles de un hotel, después de que su planta cero fuera afectada por una penetración de agua.

En fin, comenta, es una labor que no se detiene, como demuestra la presencia de fuerzas propias en la reparación del mobiliario del hotel Río de Luna y Mares, también en territorio holguinero.

SATISFACER CLIENTES

A la par de los contratos con entidades del sector turístico, Acorde fabrica y repara muebles metálicos y de madera para las unidades que integran el Ejército Oriental.

Asimismo, comercializa una parte con la población a través de la mueblería Dujo, en La Habana, y de un punto de venta existente en la UEB. La oferta contempla juegos de sala tapizados, juegos de comedor, balances de aluminio y componentes de plástico, banquetas, mesitas de noche y repisas, entre otros artículos, varios de los cuales se obtienen de un proceso que contempla los requisitos de la economía circular, entre ellos el empleo de los recortes de materia prima con posibilidad de reutilización.

«Partimos de la confección de las fichas de costo objetivas, y ganamos sin abusar de los clientes. En una reciente feria vendimos productos con precios un 20 % por debajo con respecto a los de otros concurrentes (mipymes, carpinteros trabajadores por cuenta propia y artesanos), lo cual las personas vieron muy bien, pero detectamos que al poco rato los artículos que nos compraron se ofertaban en las redes sociales al doble de lo que fueron adquiridos», comenta Gabino.

«Como la línea de trabajo de la empresa define que las UEB están en el deber de colaborar con las autoridades gubernamentales en la solución de problemas que afectan a la sociedad, hemos contribuido con Salud Pública en la reparación del mobiliario de instalaciones, entre ellas el policlínico con servicio de hospitalización del municipio de Rafael Freyre, y los hospitales provinciales Vladimir Ilich Lenin y pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, en la capital de Holguín».

BENEFICIOS PARA LOS TRABAJADORES

A las utilidades les dan varios destinos. Una parte va al salario; otra, a la reparación de viviendas de los trabajadores. Con esto último han contribuido a la eliminación de pisos de tierra y al enchape de cocinas y baños en varias viviendas. Para el futuro no lejano dedicarán una suma a la construcción de casas.

«Mes por mes, vemos qué bienestar dar al colectivo. Hoy, pese a todas las limitaciones, les hemos garantizado gratuitamente el aseo personal, es decir, detergente y jabón, a quienes trabajan en los denominados puestos sucios.

«También, gracias a las utilidades, todos los trabajadores poseen medios de protección, y existe una reserva en almacén».

Los ingresos por trabajador crecen al amparo de sistemas de pago aplicados según las resoluciones vigentes. Actualmente, el salario medio en la ueb está en 7 800 pesos. Al respecto, Niover Parra González, tapicero, aclara que su sueldo básico es de 4 000 pesos, pero hay meses que remonta los 8 000. A su vez, Ramón Rodríguez Velázquez, soldador A, con 12 años en la UEB, confirma que, con la estimulación, ha llegado a 12 000 pesos en un mes.

Robert Rodríguez Guilart tiene 19 años y es ayudante de carpintero. Está satisfecho porque aquí obtuvo empleo, aunque lo esperaba, porque egresó del Politécnico 26 de Julio, donde cursó la especialidad de Diseño y Elaboración de Muebles. Con agrado, recuerda que parte de las prácticas laborales las hizo bajo la tutoría de varios de sus actuales compañeros de trabajo, como Leodán Verges Ávila, un muchacho que ya alcanzó la categoría de Carpintero A.

Ambos son parte de los 15 jóvenes que han ingresado al colectivo en los últimos tiempos, explica Ramón Céspedes Vázquez, el jefe del Área de Operaciones y Logística. Ante ellos, dice, está la posibilidad de capacitación continua que ofrecen los intercambios internos y los encuentros con integrantes de otras UEB, así como con especialistas extranjeros, esto último orientado a elevar la calidad, con la mirada dirigida a incrementar las exportaciones de productos de la industria cubana del mueble.    

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Omar Medina dijo:

1

6 de septiembre de 2023

00:24:31


"Defender la complementariedad empresarial" ¡Defendámosla para toda la nación!. Gracias.