“No me dieron oportunidad”, asegura Ana

Luego del certamen ateniense fue intervenida quirúrgicamente en una rodilla, y aunque la lesión no era grave, “cuando intenté regresar no me dieron oportunidad. Eso duele, no es fácil llegar y que te reciban con la noticia de que eres baja”, lamentó.
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Por Leonardo Leyva Paneque | 11 agosto, 2015 |
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Ana López, ex atleta de AtletismoDesde hace algún tiempo ya no se le ve correr, y mucho menos con esa potencia, por la que fue catalogada una de las velocistas de más futuro en Cuba. Ese augurio lo confirmó con la medalla de bronce que conseguiría en los 200 metros planos del I Campeonato mundial para cadetes, de Bydgoszcz (Polonia), en 1999.

Sin embargo, su carrera duró menos de lo que ella imaginó, y peor aún, nunca entendió los motivos por los que fue excluida del equipo nacional de atletismo, luego de las Olimpiadas Atenas ’04.

Por eso, Ana López García (Buey Arriba, 28 de agosto de 1982) prefirió hablar, primero, de los mejores momentos de su corta trayectoria por las pistas del mundo, porque esa injusticia la privó de hacer realidad muchos sueños.

Sin duda, ese podio mundialista en tierras polacas le abrió las puertas al reconocimiento, “me dije que si no lo había hecho en 100 metros, lo haría en 200, y así sucedió”, relata, al rememorar su descalificación en el hectómetro.

Esa actuación en su debut internacional, junto a la participación en la cita estival de la capital griega, marcaron el punto más alto de su carrera. “Tremendo orgullo para un atleta asistir a unos Juegos Olímpicos”, reveló, fingiendo estar contenta consigo misma, a pesar de las trampas que le puso el destino.

Pero López García no encontró alternativa. Luego del certamen ateniense fue intervenida quirúrgicamente en una rodilla, y aunque la lesión no era grave, “cuando intenté regresar no me dieron oportunidad. Eso duele, no es fácil llegar y que te reciban con la noticia de que eres baja”, lamentó.

Entonces, se vio obligada a regresar a su natal Buey Arriba, incluso pensó en continuar entrenado, “pero hacerlo por fuera es muy complicado”, por eso decidió salir del deporte activo.

Ana también sufrió las consecuencias por la deserción de su hermano mellizo (Yeimar) y se sintió rechazada, “no tuve la culpa de lo que sucedió”, confiesa, aunque reconoció el apoyo de la actual directora municipal de deportes, Yamila, “quien confió en mi y me atrajo nuevamente”, agrega.

Ella nunca se desvinculó del atletismo, y menos ahora, que al graduarse –en marzo- del curso para glorias deportivas continúa trabajando en el combinado deportivo número 1, con los niños de la escuela primaria Zenen Mariño.

Noble labor que la obliga a remontarse a sus inicios cuando apenas tenía nueve años, y a los innumerables triunfos que llegaron después, al incursionar en Juegos escolares y juveniles.

De igual modo, tampoco oculta sus deseos de especializarse en el área de velocidad, y dejó entrever su disposición para brindar conocimientos: “Estaré aquí para quien me necesite”, afirma.

Ana López García se declara una apasionada del deporte rey, “no me pierdo una fase de la Liga del diamante y otros eventos”. En los próximos días, durante la última semana de agosto, estará de pláceme porque podrá disfrutar por la televisión cubana de cuanto acontezca en Beijing, sede del Campeonato mundial.

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